El mayor Pettigrew se enamora

El mayor Pettigrew se enamora (La dernière conquête du major Pettigrew)
Helen Simonson
10/18
ISBN 978-2-264-0584-3
539 pp.

Las personas que visitan este blog de vez en cuando saben que soy fan de la literatura inglesa. Esto se debe a ese ambiente tan peculiar, tan inglés (So British), que me capturó con Jane Austen, Charles Dickens, las hermanas Brontë, Virginia Wolf y hasta con escritores contemporáneos como J.K. Rowling. Y es gracias a todos ellos que he aprendido a idolatrar un país del que solo conozco Londres como turista. A esperar cada cumpleaños o Navidad que Mr J me ofrezca un juego de tenedorcitos o cucharitas para la hora del té.  A apreciar el té como bebida milenaria y hasta adorar los vestidos con estampados de flores tan pasados de moda.
Por si se lo preguntaban aún sigo en la espera de mis tenedores, pero este año recibí un libro que prometía hacerme viajar por Inglaterra, saboreando cada página con cucharadas de mermelada, panecillos y té.  Este libro fue una recomendación de la librera de la Fnac (la misma que dijo que si me gustaba Jane Austen, me encantaría Al sur de la frontera, al oeste del sol de Murakami). Así que después de haber leído Lolita decidí continuar con algo más ligero. 

El mayor Pettigrew se enamora cuenta la historia de un militar inglés retirado y viudo que se enamora de la dueña de la tienda de víveres, una señora de Paquistán. El resumen del libro promete (una vez más) una crítica a una sociedad que se dice “abierta” pero que está llena de prejuicios cuando una relación de este tipo se lleva a cabo entre sus miembros. Sin embargo este libro se queda solo en promesas.
Los personajes están muy mal construidos y contrario a lo que pretendía la escritora, me lo imagino, cada uno es de ellos está representado solo por estereotipos un tanto racistas. La historia es muy mala y todo gira alrededor de un par de fusiles, ¡sí un par de fusiles! El libro tiene más de 500 páginas y en la mayoría de ellas no pasa nada, pareciera que solo rellenaron el libro con tazas de té (porque de que había té… había, hasta llegar al punto de hartar). Peor aún, el final parece salido de una mala película de acción/amor. Como diríamos en México, simplemente sacado de la manga.
Me costó mucho leer este libro, cada vez que comenzaba a hacerlo mi cabeza se perdía o empezaba a cabecear. Y durante los momentos lúcidos solo pasaba corajes y luchaba conmigo misma para no abandonarlo. Creo que hay libros sin pretensiones que cumplen con su objetivo, como La sombra del viento, que divierten y te mantienen atados a ellos. Pero éste es uno que al menos yo no recomendaría.


Nos seguimos leyendo

Nota mental. Nunca más escuchar a las libreras de la Fnac.


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